(La noche era un país tumbándose delante de mí
y caí en que todo era de mentira
excepto el horizonte.)
Toda materia era una frase sin terminar
derrumbándose ante mis ojos.
¿Cómo iba a sostenerse?
Tan joven y borracha.
Por eso ahora estoy aquí sentada
con la mirada llena de vacío, y creo que exisitr
es mentirme.
Vestirme unas mentiras sobre otras como jerseys
en Alaska
que me quedan estrechos
y que me están haciendo daño.
Pero entonces tú me dejas temblando de frío
blanca y desnuda
como la nieve
y unos niños pequeños nos ven
ahogarnos en el lago desde los columpios
justo cuando nuestras almas
estaban constelándose en el cielo
mutuamente.
Y se reían.
Pero siempre llegas tú haciéndome temblar de frío
y me dejas ciega
cuando abres los ojos y me enseñas
tu verdad.
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