lunes, 30 de septiembre de 2013

lúcida

Oh, estaba loca por él
pero aquel día quise irme
y no me fui.

Una herida en la existencia hecha con agujas de reloj
lo sucedía todo en un
eterno presente lleno
en el fondo
de vacío.
            
Tan loca que
desatado cualquier cabo de mi sexualidad
volvía a atarlos todos
como si no hubiese otro ser suficiente
para ninguna otra cosa.

Todo era alucinónego
suprahumano
si follábamos
pero luego
no quedaban ni los restos
solo yo
desquiciada.

Pero me quise ir, a lo más profundo, y me quedé.
Todo lo que vi entonces fue su reflejo
y llegué a intuir
cosas que no podía ver.

(Completamente lúcida).

Pero la vida debería estar hecha de otra cosa
que no fueran leyes       
como

intenciones      

o volar
alto    

o                   

crecer.        
                       
Regar tus pétalos sin plantearte por qué       
ni valorar demasiado la muerte.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Manos frías
descansan en mi pecho
caliente.                                

Estos ojos se inyectan en la noche
mientras su luz
se estremece.           

Respiro.             

El aire se pega a mis pulmones
los derrite     
y los escupo          
mientras dejan en la boca
sabor a todo lo que
ya sucedió.
               
Se me caen los dientes
pétalos blancos           
me duermo.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Su sombra sostenía la copa sobre el pecho
a cada trago su corazón se iba vaciando
y sus pasiones
dulces, color vino
se volvían negras
en su sombra.   

Las venas comenzaron a retorcerse como alambres.