Como si pintases una ralla negra
en mi vientre blanco
y yo no pudiese pintarte un paraíso
sino una ralla negra
tachando tu boca y tu vientre blanco
mirándonos en el espejo pensaría
qué horribles y enfermizos
y tú mintiendo...
tu nimia ofrenda os infravalora a los dos
No hay comentarios:
Publicar un comentario