frágil
como un puñado de cristales
unos sobre otros
diminutos
tanta intensidad
me agarra las articulaciones
balanceándolas
cada vez
más alto
la altura es un grito sublime
en silencio
todas recorridas
por oleadas salvajes
de alegría
de
desprenderse
estoy derrotada todavía
triunfante y viva
no siento otra cosa
más
que la vida
y
no me importaría
sucumbir
ante ella
No hay comentarios:
Publicar un comentario