ámbar
hállate en los desencuentros
uno trata de buscarse ese filtro, la tibieza
los dos dientes de león
los dos ojos, uno llamita y otro suave hielo
pero como no estábamos, la llanura fue un solo segundo
de espada dulce sobre mi dulce pelaje
veloz cuan instante
la noche del viento atrae los placeres
respirar de los placeres
ellos mansitos, dormidos
juegan sonámbulos aventuras inventadas
(cuando un airecito se duerme nunca quiere volver a despertarse)
...yo no sabía nada de esto...
la duda en el trono alza el brazo sobre sus videntes
esa corona es azul como el águila miedosa
¿por qué estará aquí aquella ciega extraña?
se dice
ámbar hállame cúbreme
mientras cierro los ojos me veré tumbada sobre los restos
las esquinas
el sol viejo y el sol niño aún están conmovidos por el escalofrío
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