sábado, 4 de octubre de 2014

ámbar

hállate en los desencuentros

uno trata de buscarse ese filtro, la tibieza
los dos dientes de león
los dos ojos, uno llamita y otro suave hielo
pero como no estábamos, la llanura fue un solo segundo
de espada dulce sobre mi dulce pelaje

veloz cuan instante

la noche del viento atrae los placeres
respirar de los placeres
ellos mansitos, dormidos
juegan sonámbulos aventuras inventadas

(cuando un airecito se duerme nunca quiere volver a despertarse)

...yo no sabía nada de esto...

la duda en el trono alza el brazo sobre sus videntes
esa corona es azul como el águila miedosa
¿por qué estará aquí aquella ciega extraña?
se dice

ámbar hállame cúbreme
mientras cierro los ojos me veré tumbada sobre los restos
las esquinas

el sol viejo y el sol niño aún están conmovidos por el escalofrío


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