miércoles, 15 de octubre de 2014

las ondas azules y blancas
cruzan la tierra

he querido curarte envuelta en túnicas pálidas, muy allí
protegerte, he venerado los dioses
tus sutiles apariciones los esparcían juguetes por la habitación
ni mirabas, entonces habíamos ganado
todo

respirado el verano de flores
claro que no teníamos que haber parado
mi piel se deshace con la arena caliente

qué
pero si ya no hay un yo...

la paradoja del tiempo metiéndolo de verdad en algún sitio
se nos quitaba para no dialogar con él
el aullido balanceo de las campanadas
el símbolo resbalaba de nuestros oídos

esgrimiendo once floretes acariciándome, una balsa,
yo el río
otra burla más de las horas, los años
nos reíamos de su cobardía
no queda absolutamente nada de aquellos planes, proyectos de
uno
solo
contra el mundo
pero ya no alcanzo la empuñadura de esta sorprendente espada
cuyo filo me atraviesa y se pierde de vista

habrá una razón pero no podremos hablar de ello
igual que decir
error existe en tanto que magia, pero
el sistema de clasificaciones también está sentado en la tabla redonda
y servido y trinchado
entonces cómo
el dolor el daño sí en tanto que magia
sin en tanto qué
o sin magia
o sin daño

parecido al contrato del buen salvaje, cómo era...
el ángel quiere iluminar por completo
el diablo compañía

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